miércoles, 28 de mayo de 2014

Esto es esto y esto es abstención.

    La obtención de 5 escaños en el Parlamento Europeo por parte Podemos está levantando un tremendo revuelo. Este movimiento ha sido votado por 1.245.948 electores. Mientras, el PP y el PSOE han perdido 5.141.474 votos casi a partes iguales. ¡Peligro, viene la izquierda!

    Pero hay otro dato; de los 35.346.270 ciudadanos españoles llamados a las urnas para las Elecciones Europeas 2014 sólo hizo acto de presencia el 45,58%, es decir, menos de la mitad. 19.235.441 españoles con derecho a voto no lo han ejercido. Independientemente de los motivos de estos electores para no emitir voto, es obvio que ha ganado la abstención.

    Mientras los unos empiezan maniobras de acoso y derribo contra la nueva opción política emergente y los otros resoplan mientras pronuncian un "¿Y ahora qué hacemos?" exactamente igual al de Bill McKay en "El Candidato", la mayoría permanece silenciosa. Tratándose de elecciones europeas el silencio de la mayoría no parece peligroso; no podemos quitar a Merkel, no sabemos muy bien para qué sirve "Europa", ni cómo nos afecta  y, lo que es peor, tampoco sabemos hacia dónde va ni que opciones respecto a ella proponen las distintas alternativas. La realidad es que cara a las elecciones generales estamos a expensas de la abstencionista mayoría.



     Es probable que en las futuras elecciones del 2015 el electorado se movilice hasta un habitual 70%. Lo que ya no lo parece tanto es que los dos partidos que desde 1982 han dominado la escena política española renunciando a terminar la transición hacia la democracia real, vayan a dominar el espectro político tan cómodamente como lo han venido haciendo durante 32 años. Mientras la economía ha aguantado han podido mantener el cortijo, pero la crisis ha llegado para quedarse. No han dudado en traspasarla al ciudadano mientras mantienen toda la faraónica estructura que les permite vivir como reyes de Egipto y ahora temen que pueda acabar con ellos.

      A mí, otorgando a Podemos el beneficio de la duda, no me gustaría que como resultado de toda esta convulsión España siguiera gobernada por oligarcas, añadiendo la amenaza alemana por un lado y la comunista por la otra. Me hace pensar en otras épocas. De momento esto es esto, que no es otra cosa que una gran abstención en las europeas con la irrupción de un nuevo partido con propuestas arriesgadas que parte del electorado ha aceptado gracias a los recortes en el estado del bienestar y los excesivos privilegios de la casta del PPSOE. Lo otro, en el 2015, será lo otro, cuando el 54,42% de la población que se ha abstenido en la europeas decida que hace.